El trabajo es honorable. Desarrollar la capacidad para trabajar aumentará tu autoestima y te permitirá hacer grandes contribuciones en tu comunidad. Te bendecirá, tanto ahora como en el futuro.
El aprender a trabajar comienza en el hogar. Ayuda a tu familia participando de buena voluntad en el trabajo que se necesita para mantener un hogar. Aprende a temprana edad a administrar prudentemente tu dinero y a vivir dentro de tus propias posibilidades. Evita las deudas y ahorra para el futuro.
Convierte en un hábito el establecer metas elevadas para ti y ten la disposición de trabajar arduamente para alcanzarlas. Desarrolla autodisciplina y da lo mejor de ti en todas tus responsabilidades en casa, en la escuela, en tu trabajo y demás ocupaciones.
No seas ocioso(a). La ociosidad es una conducta negativa que puede dañar las relaciones y puede llevarte por otros caminos peligrosos. No pases una cantidad excesiva de tiempo en actividades que te alejen del trabajo productivo, tales como el uso de internet, jugar a videojuegos, ver la televisión y estar con tu teléfono celular (móvil).
No pierdas el tiempo ni el dinero en juegos de azar. Jugar por dinero está mal y no debe utilizarse como una forma de entretenimiento. Es adictivo y conduce a la pérdida de oportunidades, arruina vidas y destruye familias. Creer que se puede obtener algo por nada es falso.
Recuerda que tienes un gran potencial y te esperan grandes oportunidades. Serás bendecido si te esfuerzas por desarrollar tu potencial y logras tus metas.
Pregunta: “¿Estoy usando el tiempo en actividades productivas que me preparen para trabajar ahora y en un futuro?”