La familia, que constituye la primera institución de la sociedad, se encuentra en franco debilitamiento. Cada vez, más jóvenes crecen sin padres, madres ni modelos familiares que sirvan de referentes y el entorno social es cada vez más adverso. El estado, a través de sus instituciones, promueve la educación, la formación y el sano desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, sin embargo, esto no es suficiente. Por su parte, algunas ONG y otras entidades, así como organizaciones comunitarias, realizan esfuerzos para apoyar a los jóvenes, pero lo hacen con muchas limitaciones y dificultades.

Las amenazas más comunes que se ciernen sobre el futuro de los jóvenes, especialmente de quienes no cuentan con el apoyo y la orientación necesaria, incluyen: la presión negativa de los pares, el entretenimiento malsano, la inmoralidad, la pornografía, la promiscuidad, el embarazo prematuro, el ausentismo o abandono escolar, el desempleo, la pobreza, el alcoholismo, el tabaquismo, la drogadicción, la violencia, los actos delictivos, el crimen y la pérdida de valores en general, particularmente de los valores morales.

Mis Normas procura servir como herramienta de apoyo a los esfuerzos del estado, así como de las acciones de las organizaciones e individuos que trabajan con jóvenes y sus familias, a fin de facultarles para lograr con mayor efectividad su cometido de orientar, informar, prevenir y prepararles para los desafíos que tendrán que enfrentar a lo largo de su desarrollo, estando en un entorno social desafiante.